- "Qué suerte tienes, Pedro. Puedes ir, puedes venir, puedes decir lo que sientes".
- "Di lo que sientes tú".
- "Siento que voy a perder algo que no es mío".
Al calor del éxito de “No habrá paz para los malvados”, y revisando la filmografía de Enrique Urbizu, descubrí, entre esta última y “La caja 507”, “La vida mancha”. No recordaba haber oído hablar nunca de ella y, después de leer la unanimidad de buenas críticas que la acogían, decidí verla. Y descubrí una magnífica película, quizás de las tres o cuatro producciones nacionales que mejor regusto me han dejado en los últimos quince años.
Narra la historia de un misterioso hombre, Pedro (José Coronado), que un día visita a su hermano Fito (Juan Sanz) después de años sin verse. Fito vive con su mujer Juana (Zay Nuba) y su pequeño hijo Jon una tranquila vida de estrecheces económicas causadas por la afición de Fito, camionero de profesión, al póker.
"Tu olor, tu risa, tus silencios... Son parte de mí" |
Coronado (increíble lo que ha ido ganando con los años como actor) ejerce de timón de la trama. Se enamora de Juana, y encarna a un tipo opuesto a su hermano. Contenido, en principio, en sus sentimientos, enigmático, receloso de hablar y revelar su pasado, duro a veces, tierno otras, elegante, callado, melancólico, frío. Nunca llegamos a saber demasiado de él, apenas que llega y cambia la vida de los que le rodean y la suya propia.
No es una película visualmente atrayente en su factura. Una banal fotografía sería algo a apuntar en su debe. Su punto fuerte es un buen guión de Michel Gaztambide para una película que se hace grande en los silencios. En los silencios de Pedro, y en los turbadores silencios entre él y Juana. No es, en definitiva, “La vida mancha” una enorme película, una película, académicamente hablando, con mayúsculas. Pero sí es una más que recomendable película, una cinta sencilla, con momentos emocionantes, pausada, inquietante a cada paso, sensible.
Por último, reseñar que su inexplicable ausencia de premios (sólo Juan Sanz recibió una nominación a mejor actor revelación), no hace sino provocar el descrédito de los Premios Anuales de Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España.
"Camisa blanca, corazón negro" |
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