sábado, 21 de enero de 2012

GRAM PARSONS, EL ÁNGEL CAÍDO: LAS CENIZAS


The Grievous Angel
  
“Por veinte mil carreteras viajé,
y viajé y viajé.
Y todas ellas me llevaban de vuelta a casa
contigo”
(“Return Of The Grievous Angel”)


Septiembre de 1973. Han finalizado las sesiones de grabación de “Grievous Angel” y Gram Parsons planea realizar una gira para promocionar el álbum. Comenzará en octubre. También ha previsto iniciar los trámites para el divorcio de su mujer, Gretchen. Liberado y tenso al mismo tiempo ante el paso dado con respecto a su deteriorado matrimonio, decide tomarse unas vacaciones en su paraíso particular en pleno desierto del sudeste californiano: el Joshua Tree National Monument.
Gram Parsons hace varios años que se siente seducido por el Joshua Tree National Monument, adonde acude asiduamente con Chris Hillman cuando ambos son compañeros de grupo, y más tarde con Keith Richards (1); consagrando su ocio a colocarse, escalar rocas, conversar con los cactus, y mirar el cielo en busca de OVNI’s. Suele reservar dos habitaciones en el cercano “Joshua Tree Inn”, un modesto motel cuyos propietarios han hecho amistad con Parsons después de varias visitas. Junto con Parsons, le acompañan en este viaje su mano derecha y amigo Michael Martin; la novia de Martin, Dale McElroy; y una vieja amiga de sus días en la high school en Florida, Margaret Fisher.

A salvo en casa

Los sucesos de aquel viaje han sido relatados por Dale McElroy, que le contó su historia a Ben Fong-Torres cuando él estaba escribiendo “Hickory Wind”, y más tarde narrados en primera persona por Phil Kaufman (2) en su biografía de 1993. Otras historias difieren, pero las suyas parecen las más fiables.
Los cuatro llegan a Joshua Tree el lunes, 17 de septiembre de 1973. Ese mismo día convencen a Martin para que regrese a Los Angeles la mañana siguiente para conseguir algo más de marihuana (aunque curiosamente Martin ha hecho ese viaje para cuidar de los excesos de Parsons). Al día siguiente, Parsons lleva a las chicas a las inmediaciones del aeropuerto para almorzar, y una vez allí ya comienza a beber Jack Daniels sin parar.
Cuando regresan del almuerzo, McElroy se excusa y se retira a su habitación (no puede beber porque se recupera de una hepatitis y no se divierte viendo como Parsons lo hace). Por la tarde, Parsons continúa su particular y desmedida fiesta en la piscina del motel.
Poco antes, Parsons ya había conseguido algo de heroína en la ciudad, que mezcla con morfina que adquiere a través de un camelllo en el “Joshua Tree Inn”. Varias horas más tarde, Fisher aparece ante la puerta de la habitación de McElroy en un estado frenético: “Parsons ha tenido una sobredosis”. Cogen algo de hielo y se dirigen a la habitación #1, donde yace tendido en el suelo, pálido. Allí, Fisher le reanima introduciéndole un cubo de hielo a modo de supositorio (un viejo remedio callejero para las sobredosis.). Cuando McElroy les deja solos de nuevo, él se encuentra caminando por la habitación, aparentemente recuperado.
Después de una hora, más o menos alrededor de las 10:00, Fisher vuelve a la habitación de McElroy y le pide que se quede con Parsons, que duerme, mientras ella sale a por algo de comida. McElroy coge un libro y va a su habitación, la #8. Pasados unos minutos, se da cuenta que la respiración de él deja de ser normal y se vuelve fatigosa. Ella no tiene experiencia con sobredosis de drogas ni en reanimación cardio-pulmonar. Creyendo (equivocadamente) que no hay más gente en el motel, no llega a pedir ayuda. En lugar de eso, pretende reavivar su respiración dándole masajes cardíacos y haciéndole el boca-a-boca. “Intenté decidir si me quedaba y trataba de mantener su respiración o dejarle y salir a buscar ayuda... Creí que si le dejaba, podría morir”.
Después de media hora de vanos intentos de reanimación, McElroy se da cuenta que Parsons probablemente necesita una ayuda más seria. En este punto Margaret Fisher vuelve y deciden llamar a una ambulancia. El equipo viene rápidamente, pero concluyen que la reanimación cardio-pulmonar no está teniendo éxito. Le llevan al cercano “Hi-Desert Memorial Hospital”, en Yuca Valley, a las 12:15 AM. Los doctores no le encuentran el pulso y, después de intentar sin éxito reestablecer su corazón, declaran su muerte a las 12:30 AM del miércoles, 19 de septiembre de 1973.
La prensa refleja en un primer momento que Parsons ha muerto de causas naturales, pero después de realizada la autopsia, el juez de instrucción dicta como causa de la muerte “intoxicación debida al uso continuado de múltiples drogas”. Un análisis de sangre revela una tasa de alcohol de 0.21% (a todas luces insuficiente para producir el fatal desenlace). No aparece morfina en el análisis de sangre, sin embargo se presenta en gran cantidad en la orina y en el análisis del hígado. El análisis de orina desvela también dosis abundantes de cocaína y barbitúricos.
Fisher y McElroy son interrogadas por la policía en el hospital. McElroy llama a Phil Kaufman a Los Angeles, que persuade al sheriff de que él podrá responder a todas sus preguntas tan pronto como llegue. El sheriff permite entonces a Fisher y McElroy  quedarse en el motel hasta la llegada de Kaufman. Cuando este arriba al motel, las chicas le hacen entrega de las drogas que obraban en poder de Parsons y que han recogido antes de la llegada de la ambulancia y la policía. Kaufman toma las drogas y las oculta en el desierto, después de lo cual llama a la comisaría. Promete a la policía que traerá a Fisher y a McElroy para un nuevo interrogatorio, después de lo cual las monta en su coche y las conduce directamente de regreso a Los Angeles, donde las esconde durante unos días. La policía de Joshua Tree nunca más requiere a las dos mujeres.

Phil, Gram y Emmylou, tres en la carretera

Margaret Fisher y Alan Barbary, el hijo de los propietarios del motel, contaron versiones contradictorias acerca de los sucesos de aquella noche, las cuales se añadieron a la confusión y exageración que pronto rodearon a la muerte de Gram Parsons.
Cuando Bob Parsons (3) conoce la muerte de su hijastro, inmediatamente se da cuenta para sus propios intereses que lo mejor será enterrarlo en Louisiana, donde él vive. Sabe que bajo el código Napoleónico de Louisiana, la herencia de su hijo adoptado pasará en su integridad al pariente masculino más próximo –él mismo-, no obstante nadie ha previsto lo contrario. Pero el código podrá solamente aplicarse sí Bob Parsons puede demostrar que Gram Parsons es residente en Louisiana. Enterrado Gram en New Orleans, podrá reforzar el tenue argumento de la residencia. Bob Parsons reserva un vuelo a Los Angeles para reclamar el cadáver. Todo su interés reside en la parte correspondiente de la menguada, pero todavía sustancial herencia.
Cuando Phil Kaufman se entera del plan para enterrar a su amigo en New Orleans, no le sienta nada bien. Sabe que a Gram no le une nada con esa ciudad. Sabe que Gram no tenía lazos demasiado estrechos con su padrastro y no habría querido que nada de su herencia pasase a sus manos. Sabe que no habría querido un largo y deprimente servicio religioso con familiares y amigos. La mayor parte de esto lo sabe después de haber hecho un pacto con Parsons en el funeral de Clarence White (4): si cualquiera de ellos muere, “el superviviente llevará el cuerpo del otro hasta el Joshua Tree, beberá algo a su salud y lo quemará (5)”.
Después de un día de autorecriminaciones bañadas en vodka, Kaufman decide que intentará hacer buena su promesa. De este modo comienza uno de los episodios más inolvidables y abracadabrantes de la crónica negra de la historia del rock.  Para conocer la historia con detalle, hay que acudir a la biografía de Kaufman, “Road Mangler Deluxe”, que describe el relato completo en el inimitable estilo del propio Kaufman. Lo que sigue es sólo un fragmento de su historia.
Kaufman llama a la funeraria de Joshua Tree y se las arregla para enterarse  que el cuerpo será conducido hasta “LAX” (el aeropuerto de Los Angeles), y posteriormente volará en un Continental hacia New Orleans. Llama al servicio mortuorio de la línea aérea y averigua que el cadáver llegará esa misma tarde. Kaufman recluta a Michael Martin, que conoce el pacto, y se hacen con un coche fúnebre de Dale McElroy que ella y Martin utilizan para  ir de camping. Les falta una licencia de conductor de coches fúnebres, y rompiendo alguna que otra ventanilla la consiguen. En un principio pretenden cambiarse de indumentaria, pero deducen que se sentirán ridículos si se ven sin su uniforme habitual –tejanos Levi’s, botas y sombreros de cowboy, y cazadoras con la leyenda “Sin City” cosida en la espalda. Aprovisionan el coche con cerveza de malta Mickey Big Mouth  y Jack Daniels, y se dirigen al aeropuerto de Los Angeles.
Llegan al lugar de embarque justo cuando una furgoneta aparece con el ataúd de Parsons. Kaufman, ya borracho, de algún modo persuade a un empleado de la línea aérea de que los familiares han cambiado de planes y quieren enviar el cuerpo de una manera privada en un vuelo charter.
Mientras Kaufman se encuentra en la oficina del hangar, firmando los trámites administrativos con un nombre falso, un policía se detiene delante de la puerta, bloqueándola. Cree Kaufman que su promesa se va a ver definitivamente abortada, pero el agente de policía no hace nada, simplemente sentarse allí mismo. Kaufman se dirige hacia él, le enseña los papeles, y le dice: “Eh, ¿puede usted mover el coche?”. El agente se disculpa, mueve el coche, y después, amablemente, ayuda a transportar un ataúd y un cadáver robados hasta un coche fúnebre sin licencia y lleno de alcohol.
Martin, también ligeramente borracho, se introduce en el coche y salen del hangar, y nada más hacerlo chocan contra una pared. El agente observa todo esto y comenta un tanto arrepentido: “No querría estar ahora en sus manos”. No le da mayor importancia al incidente, y los dos ladrones borrachos salen del aeropuerto con el cuerpo de su amigo para recorrer las 150 millas (casi 240 kilómetros), que les separan de Joshua Tree, el lugar elegido para la incineración. Se detienen en una gasolinera y compran un bidón de 5 galones (aproximadamente 19 litros), de gasolina de alto octanaje (“no quería sentir su agonía”, dijo Kaufman). Luego toman rumbo de nuevo hacia su destino.
Llegan al Monument y conducen hasta el lugar  donde se han emborrachado tantas veces. Allí, cerca de Cap Rock, la conocida formación geológica donde Gram procuraba ahuyentar sus virulentos fantasmas, Kaufman abre la tapa del ataúd y deja al descubierto el cuerpo desnudo de su amigo. En ese momento advierte en la distancia las luces de los coches de unos guardabosques y, erróneamente, cree asustado que la policía se dirige hacia allí. Apresuradamente, rocían a Gram con la gasolina y le prenden fuego. Los dos contemplan como una gigantesca bola de fuego se levanta desde el ataúd, empujando las cenizas hacia la noche del desierto. Luego, abandonan el lugar y se dirigen a Los Angeles. El ataúd, prácticamente hecho cenizas, es descubierto a la mañana siguiente por unos excursionistas que en un primer momento lo confunden con un simple gran tronco de madera quemado.
Después de un viaje de vuelta a casa repleto de incidentes (6), ambos se sienten deprimidos. La mañana siguiente a su regreso, los periódicos relatan la historia del secuestro y posterior incineración del cadáver de la estrella del rock, dando crédito a la especulación de la policía local de que la cremación puede haber formado parte de un ritual. A pesar de todo, la cobertura periodística del fallecimiento es eclipsada por la muerte, un día después, del songwriter  Jim Croce, que ese mismo verano ha colocado su sencillo “Bad, Bad Leroy Brown” en el primer puesto de la lista de ventas, condición de la que nunca ha gozado Gram Parsons.

Parsons y Richards: La hora del recreo en Joshua Tree

Kaufman sabe que la policía le está buscando, así que después de unas semanas, él y Martin recapacitan. Aparecen en el Juzgado Municipal Oeste de Los Angeles el día del 27 cumpleaños de Parsons (5 de noviembre del 73). Dado que, sorprendentemente, el robo del cuerpo del cadáver no es un delito en California en ese momento (sí lo es actualmente), son acusados de un delito de robo con respecto al ataúd: 750$ en perjuicio por el coste del ataúd, y 300$ de multa para cada uno por el robo del mismo.
Las consecuencias de la sentencia del juicio son tan increíbles como los sucesos que las producen. Kaufman se da una fiesta en su honor para recaudar el dinero de la multa (“Kaufman’s Koffin Kaper Koncert”). Embotellan cervezas con algunas etiquetas caseras con una  mala caricatura de Parsons y la leyenda: “Gram Pilsner: Una tiesa bebida para que la cervezees tú”. Dr. Demento ejerce como disc-jockey, y la música en directo es proporcionada por Bobby “Boris” Pickett y los Crypt Kickers de “Monster Mash”, afamada y joven banda apadrinada por Tickner y Kaufman; y Jonathan Richman and The Modern Lovers. A pesar de la penosa recaudación conseguida con la fiesta, resulta un memorable velatorio. Los amigos de Gram no desaprobaron la iniciativa de Phil con respecto a la furtiva quema del cadáver: Keith Richards (“estuvo bien, Phil, te hiciste cargo de Gram”) y Emmylou Harris (“respeto a Phil por lo que hizo, fue un acto de amor y amistad”), entre otros, mostraron su apoyo a Kaufman.
Al otro lado del país, algunos otros amigos lloran la muerte de Parsons de una forma algo más relajada. Emmylou Harris se reúne con John Nuese, Bill Keith, y Holly y Barry Tashian para pasar un tranquilo fin de semana en  la casa de campo de los Tashian, en Connecticut, donde escucharán por vez primera las versiones definitivas de las sesiones de “Grievous Angel” (Reprise, 1974).

The Flying Burrito Brothers en la eucaristía del country-rock

Bob Parsons ha enviado los restos de las cenizas de su hijastro a New Orleans, donde,
después de un pequeño servicio religioso sólo con familiares, es enterrado en “The Garden of Memories”, un modesto cementerio situado en una carretera cercana al aeropuerto. Una placa de bronce señala la tumba; en ella se lee “God’s Own Singer” (7). Aunque Bob Parsons finalmente sale airoso de su plan de llevar los restos a Louisiana, su propósito de hacerse con el control de la herencia se ve frustrado por un tribunal de Florida. Cerca de un año más tarde, Bob Parsons muere de una enfermedad provocada por su adicción al alcohol. Nunca recibió un centavo del dinero de su hijastro.
Cuando Gram se marcha a Joshua Tree, cree ya iniciados los trámites del divorcio de su mujer, la modelo y actriz Gretchen Burrell. Pero no es el caso. Kaufman posee los papeles necesarios para el inicio de la demanda, pero todavía no les ha dado curso en el momento en que Parsons muere. Junto con Gretchen, su hija Polly (8), su hermana Avis (trágicamente fallecida en un accidente náutico en 1993), y su hermanastra Diane, también son beneficiarias de parte de su herencia.
“Reprise” publica “Grievous Angel” en enero de 1974 para entusiasmo de la prensa especializada. Sin embargo, y a pesar del revuelo producido por la muerte de Parsons, el LP obtiene un decepcionante puesto #195 en la lista de ventas.
A pesar de este escaso éxito comercial, Gram Parsons adquiere un reducido pero ferviente círculo de seguidores en el mundo del rock. Esos fans pagaron la ubicación de  una placa cerca de Cap Rock, en la cual reza la inscripción, escrita a mano, “Safe At Home” (“A salvo en casa”).

Postal desde el camposanto

La leyenda de Gram Parsons es ya innegable casi cuatro décadas después de su expiración, y los ingredientes, bien claros: personaje atormentado, instinto autodestructivo, visionario en su arte, obra tan hermosa como escasa, y una muerte prematura aderezada con la insólita cremación de su cadáver. Y todo sustentado en una voz sobrenatural y palpitante que, ora en “A Song For You”, ora en “Love Hurts”, aturde nuestros sentidos evocándonos una suerte de angustia vital que alguna vez ya hemos visitado. Sus cenizas se siguen diseminando por el viento, ampliando su moderado círculo de admiradores y consiguiendo que su música sea lo grandiosa que él había soñado en vida. No posee el estatus de leyenda social de Janis Joplin o Jim Morrison, pero su figura se agranda con el paso de los años. Su música hace sentirnos “a salvo en casa”.

Emblema sobre la placa en Cap Rock


(1)   En mayo de 1968 The Byrds viajan a Londres como parte de un tour europeo de promoción de “Sweetheart Of The Rodeo”. Mick Jagger y Keith Richards, que conocen a McGuinn y a Hillman de anteriores giras, ejercen de anfitriones de la banda, y se da el pistoletazo de salida a la explosiva relación Parsons-Richards. La primera consecuencia coloca a Parsons fuera de The Byrds. El grupo planea una gira por Sudáfrica en el mes de julio y Parsons es reticente a viajar debido a un sentimiento anti-apartheid  motivado por los disturbios raciales que vive el país; si bien otras voces hablaron de un repentino miedo a volar, de un desencuentro de propuestas meramente musicales, o de un intento de mayor aproximación a The Rolling Stones. Esta reticencia se convierte por sugerencia de Richards en decisión firme, y deviene en su posterior expulsión de The Byrds. Al poco, Parsons se convierte en huésped de su reciente amigo Richards y comienza a introducir a The Rolling Stones en la música country. Poco tiempo después, Gram regresa a casa para dar luz a The Flying Burrito Brothers. Tras año y medio y dos LP’s con el grupo, en febrero de 1970 Parsons conduce su Harley Davidson por la autopista “Pacific Coast” cuando un radio de su rueda delantera se rompe y esta sale disparada. Consiguiente accidente al que sigue un período de recuperación que precipita su inevitable alejamiento y posterior separación de The Flying Burrito Brothers. La mayor parte de los dos años posteriores los dedica a viajar, componer canciones, y planear próximos horizontes. Vivirá a caballo entre Los Angeles, Louisiana, Inglaterra y Francia. Si bien siempre circula el rumor de un nuevo álbum en solitario, en este período lo único que graba es una colaboración como armonía vocal en el tema “All The Things”, del LP “Untitled” (1970), de The Byrds. A finales de 1970 viaja a Londres con su novia, Gretchen, con la esperanza de que Richards le produzca su primer LP en solitario bajo el amparo del nuevo sello “Rolling Stones Records”. Juntos escuchan música country, tocan, se colocan, y Parsons comienza a consumir heroína siguiendo el estilo de vida de rock’roll star que lleva Richards. Meses más tarde, para evadir algún que otro impuesto, The Rolling Stones se mudan a la Riviera francesa y Parsons les sigue. Richards alquila una casa en la costa, donde ambos intensifican sus excesos hasta el límite; y donde The Rolling Stones montan un estudio de grabación para registrar “Exile On Main Street” (1972), que el tiempo convertirá en uno de los discos capitales de la historia de la música, y que destila la influencia de la música country que Parsons ha estado tocando con ellos. Posteriormente, roto por la heroína y el alcohol, él y Gretchen retornan a Estados Unidos sin haber cerrado ningún acuerdo acerca de la producción de su disco, y se casan en una modesta ceremonia.

(2)   Phil Kaufman (1935), personaje legendario del rock californiano, ha trabajado como road-manager y colaborador para, entre otros, The Rolling Stones, The Flying Burrito Brothers, Highway 101, Joe Cocker, Emmylou Harris, y el mismo Gram Parsons que, en palabras de Emmylou Harris, era como un hermano para él. Su oscura y ajetreada biografía incluye historias carcelarias por posesión de drogas, e incluso la producción (acreditada oficialmente como “Phil ?”), del disco de Charles Manson “LIE: The Love & Terror Cult” (1971), con el cual comparte barrotes en California. Kaufman, que había sido contratado por Mick Jagger en el verano del 68 como una especie de “niñera ejecutiva” para él, sirve de catalizador de la amistad entre este y, sobre todo, Keith Richards, y Gram Parsons. Kaufman, que supera en 1996 un cáncer de próstata, reside actualmente en Nashville.

(3)   Gram Parsons fue un niño rodeado de todos los lujos y caprichos posibles. Su próspera familia materna era la propietaria de una de las mayores explotaciones de naranjas de Florida. La idílica infancia de Gram se quebró cuando su padre, Cecil Connor Jr., se suicidó de un disparo en la cabeza cuando él había cumplido los doce años. Su madre, Avis, contrajo nuevo matrimonio con Robert (Bob) Elllis Parsons, descrito como un indisimulado cazador de fortunas que inmediatamente adoptó a Gram y a su hermana Avis en una posible maniobra para ejercer un mayor control sobre la fortuna de su mujer. Posteriormente darían a Gram una hermanastra, Diane, con cuya babysitter Bob Parsons comenzaría una aventura amorosa que acrecentaría los ya serios problemas de su esposa con la bebida y los fármacos, muriendo esta de cirrosis en 1965, el mismo día en que Gram se gradúa en la high school a los 18. Unos años más tarde, Bob Parsons confiesa un día a Gram que cuando su madre estuvo hospitalizada debido a su cirrosis él llegó a colar pequeñas botellas de vodka en su habitación, y revela haberle proporcionado un último combinado con un Martini que provocó su súbito fallecimiento. La mujer de Gram relató después de un tiempo que su marido ya nunca fue el mismo hasta su muerte después de conocer la confesión de su padrastro. Comenzó a sufrir extraños episodios de depresión y desmayos que esta achacó a este trauma.

(4)   Clarence White (1944-1973) fue, entre los años 1968 y 1971, guitarra solista de The Byrds. En este período el grupo edita los álbumes “Dr. Byrds And Mr. Hyde” (1969), “Ballad Of Easy Rider” (1969), “Untitled” (1970) y “Farther Along” (1971). Como músico de sesión ya había tomado parte en algunos cortes de “Younger Than Yesterday” (1967), “The Notorious Byrd Brothers” (1968) y “Sweetheart Of The Rodeo” (1968). Anteriormente, White había formado parte, junto a sus hermanos Eric y Roland, de la banda de bluegrass Kentucky Colonels, esparciendo las semillas del country-rock. Además, como uno de los más reputados guitarristas de sesión de su tiempo, participa en discos de Gene Clark, The Everly Brothers, Joe Cocker, Randy Newman o Jackson Browne, entre otros. El 14 de julio de 1973, después de una actuación con sus hermanos en Lancaster (California), muere atropellado por un conductor borracho mientras carga el equipo en su furgoneta.”Farther Along”, pieza tradicional de bluegrass cantada por el propio White en su último álbum con The Byrds, fue convertida en su bello epitafio al ser entonada de forma espontánea por Parsons y Bernie Leadon en su funeral, una vez finalizados los ritos católicos del mismo. White fue considerado en círculos musicales como uno de los más grandes guitarristas de siempre, aunque probablemente uno de los menos conocidos. En algunas entrevistas, Roger McGuinn lo recuerda como el mejor músico con el que nunca trabajó.

(5)   Los asistentes al funeral de White reflejaron el tremendo estado depresivo mostrado allí por Gram Parsons. Según Chris Ethridge (bajo y piano en la primera formación de The Flying Burrito Brothers), Parsons pidió a su guardaespaldas y amigo, Phil Kaufman: “Phil, si esto me sucede, no quiero que conmigo hagáis lo mismo. Llévame al desierto y quémame. Quiero extinguirme convertido en una nube de humo”. Tristemente, Kaufman se vio obligado a cumplir el deseo de su amigo sólo dos meses más tarde.

(6)   El viaje de regreso a Los Angeles resulta tan duro como extraño para Kaufman y Martin. En un momento del viaje, los dos borrachos deciden que lo mejor será abandonar la carretera y dormir unas pocas horas. Cuando se despiertan, el coche fúnebre no arranca. Estan atrapados en medio del desierto. Martin va a pedir ayuda y regresa con un camión con remolque; después de lo cual  se encaminan a aprovisionarse de más cervezas frías. Estan ya cerca de casa cuando se topan con un choque múltiple en la autopista de Los Angeles. Estando retenidos, un policía de carretera se acerca y abre la puerta del coche fúnebre. Las botellas de cerveza comienzan a caer y el policía los esposa a los dos juntos, ordenándoles que no se muevan del lugar. Los deja y se va a atender a los conductores del choque. Antes de que vuelva a pedir su documentación, el enjuto Martin ha liberado la esposa de su mano. Kaufman enciende el coche y huyen de la escena.

(7)   “God’s Own Singer”, el título de una canción de “Burrito Deluxe”(1969), segundo LP de The Flying Burrito Brothers, es quizá la expresión de un sentimiento muy íntimo, pero posiblemente en ocasiones se ha ignorado el hecho de que la canción está escrita por Bernie Leadon (futuro miembro de Eagles), no por Gram Parsons.

(8) Polly Parsons (1968) no es fruto de la unión entre Gram y Gretchen, sino de este y una antigua novia, Nancy Ross. A los dieciséis años Nancy, hija de un militar de alta graduación con distintas residencias en Europa, África y Estados Unidos; ya se casa con un nieto del ex-presidente Roosvelt, matrimonio que tan solo dura dos años. Poco más tarde, un amigo de adolescencia al que había conocido en Santa Bárbara entra de nuevo en su vida: David Crosby. A punto de casarse con Crosby en apenas tres semanas, ambos conocen a Gram a través de un amigo común, el actor Brandon De Wilde, en Los Angeles en noviembre de 1966. Al cabo de unas semanas, ella y Gram comienzan una historia de amor que se consuma con Nancy escapándose con él a New York, donde este tiene establecida la base de su grupo de entonces, The International Submarine Band. Aproximadamente un año y medio más tarde, al poco de regresar él de su estancia en casa de Richards para comenzar su aventura con The Flying Burrito Brothers, planean una fastuosa boda y Nancy da a luz a Polly. Este hecho fue considerado en algunos círculos como excesivamente intenso emocionalmente para Gram, y la pareja se separa. Polly Parsons trabaja actualmente como maquilladora de artistas en el mundo del espectáculo; y en 1993 pone voz a “The New Soft Shoe” en el disco “Conmemorativo: A Tribute To Gram Parsons”, en el que participan, entre otros, valores forjados al amparo de la simiente de Parsons, como Steve Wynn, Uncle Tupelo o Coal Porters.

(La mayor parte de los hechos aquí relatados acaecidos en torno a la muerte de Gram Parsons son extractados de un capítulo de la revista digital "Byrdwatcher: A Field Guide To The Byrds Of Los Angeles".)

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