Lejano es el tiempo de la llegada de la pasión.
Mortificado el sexo en la estaca sobre la piedra.
Lejano el tiempo en que nos perfumamos,
con sumo cuidado;
cuando nos aguarda el amor
sentado en la esquina del oscuro rincón.
Lejano el tiempo en que nos envolvió la locura,
y sobrevolamos el refugio.
Tuve una habitación en la cima del mundo aquella noche,
y creí ver la luz.
Bailando. Respirando. Oliendo. Tocando. Besando.
¿Os produce terror la felicidad?.
¿Veis el destello tras la montaña?.
10. 1999. JR
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